"- Una vez dijo que veía a los actores como parte del encuadre, que no quería explicarles las motivaciones de los personajes sino que quería que fuesen pasivos. ¿Sigue trabajando con los actores de esa manera?
- Yo nunca he dicho que quiera que los actores sean pasivos. He dicho que a veces, si se les explica demasiado, se corre el riesgo de que los actores se vuelvan sus propios directores y eso no ayuda a la película. Ni al actor. Prefiero trabajar con los actores no en un plano intelectual sino en un plano sensorial. Estimular en lugar de enseñar. En primer lugar, no no soy muy bueno hablando con ellos porque me resulta difícil encontrar las palabras adecuadas. Además, no soy el tipo de director que quiere que haya una “mensaje” en cada réplica. Así que lo único que puedo decirles sobre una escena es cómo hacerla. Lo que intento es provocarles, ponerles en el estado de ánimo adecuado. Y luego los miro a través de la cámara y en ese momento les digo que hagan esto o aquello. Pero no antes. Yo tengo que lograr mi plano y ellos son un elemento de la imagen, no siempre el más importante. Además, veo la película en su unidad mientras que el actor la ve a través de su personaje. Fue difícil trabajar con Jack Nicholson y Maria Schneider al mismo tiempo porque son actores completamente diferentes. Son naturales de manera opuesta: Nicholson sabe dónde está la cámara y actúa según eso. Maria no sabe dónde está la cámara, no sabe nada: simplemente vive la escena. Lo cual es magnífico. A veces simplemente se mueve y nadie sabe cómo seguirla. Tiene un don para la improvisación y me gusta eso, me gusta improvisar.
"Filmmakers Newsletter", Julio de I975.
No hay comentarios:
Publicar un comentario